martes, 26 de mayo de 2015

ABSENT

No sé que me duele más.. Si tu ausencia, tu presencia o tu indiferencia...
No sé ya, tampoco, si en verdad me duele, o si me estoy haciendo más fuerte,
como una bacteria que resiste a los antibióticos, resisto más a lo que me hace doler.

En mi cabeza, un pensamiento: cómo me destruiste tanto? cómo dejé que me destruyeras tanto?
Eras como la fuerza de la gravedad de mi mundo, y hoy sólo me queda un mundo sin gravedad,
una gravedad sin mundo, y dos ojos que se abren a la gravedad de la situación. Dos ojos que, por tanto tiempo, estuvieron dormidos.

A veces quisiera poder hablarte y que me escuches. No para contestarme, no quiero guerra, sólo quiero paz... A veces quisiera que me escuches... No que me oigas, que me escuches. Pero luego recuerdo que no puedes, que no sabes, que eso no es parte de ti. Y entonces, como de la nada, me aparece algo de Benedetti, que es tan vos... Te lo dejo, aunque se que esto nunca llegará a tus ojos..

 "En realidad, usted fue siempre una imagen. La imagen que yo creé a partir de un conjunto de anhelos, de deseos incumplidos, de pequeños fracasos"

Y si fuiste una imagen, entonces, qué es lo que extraño? Y entiendo, que no te extraño a ti, sino a los anhelos, a los deseos incumplidos que quería cumplir, y esos fracasos que ayudaron a construirte hoy me golpean con más fuerza, disfrazados de lágrimas y miedos, pero vistiendo tus ropas y oliendo a ti.

Entonces me pasa, que todo me lastima, tu indiferencia, tu presencia, tu ausencia. Entonces me pasa, que yo me siento ausente. Soy un poco más yo de lo que era contigo, pero sigo siendo yo un poco ausente. Y esa ausencia me lastima, me lastima incluso más que tu ausencia, porque este es de esos dolores que dejan cicatrices y van matando de a poquito...

Sólo quiero ser yo, sin tu marca y sin tu huella, porque al final de cuentas, lo que fuiste lo fuiste en mi cabeza. Mis ojos se abrieron y se calló la venda. Y por experiencia te digo, te dejo una lección y una moraleja: hay peor ciego que el que no quiere ver, y es aquel que cuando vio prefiere hacerse creer a si mismo que sigue siendo un ciego. Y es por esto que duele volver a ver, porque en un momento, con el único fin de justificarte, de no perder ese holograma que inventé en ti donde siempre buscaba mover la imagen para ver tu parte buena, me hice creer que no estaba viendo lo que en realidad veía.

Sólo espero poder ser yo, nuevamente. Sólo espero que todo esto deje en algún momento de trabarme, sólo espero poder derribar la barrera que está creciendo cada vez más. y espero nunca cargarle a nadie el dolor de la decepción de tu imagen.

Intento caminar y ser yo, aunque me duela. Quiero ser ese yo que extraño, ese yo que anhelo, ese yo con una fuerza increíble, y que nada ni nadie puede golpear. Todo esto quiero. Pero no se a donde ir, ni donde encontrarlo. Soy un poco más yo que antes, pero aún, aún y todavía, estoy ausente...




No hay comentarios:

Publicar un comentario